Silvina Batakis fue el punto de consenso que encontraron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner tras poco más de 24 horas de máxima tensión dentro de la coalición gobernante. Será la segunda mujer en la historia argentina en ocupar el cargo (luego de Felisa Miceli).
Batakis es licenciada de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata y tiene un extenso recorrido por la gestión pública: el máximo alcanzado, como ministra de economía de la Provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015 durante la gestión de Daniel Scioli.
Actual secretaria de Provincias del Ministerio del Interior que conduce el camporista Eduardo “Wado” de Pedro. Siempre hincha de Boca. Silvina Batakis es la nueva ministra de Economía de la Nación, donde reemplazará a Martín Guzmán.
Como ministra de Scioli, le tocó pelear y perder la batalla para que Cristina Kirchner habilitara más fondos a la provincia. Tras la derrota en esa pulseada, tuvo que anunciar el desdoblamiento de los aguinaldos mediante un decreto, una medida que, según dijo, la dejó “angustiada”, y que desencadenó una huelga de estatales y docentes.
En 2012, la provincia enfrentó 17 días de paro de los maestros. En 2013, sufrió 19 huelgas. En 2014 tocó su pico, con 20 días de escuelas cerradas.
Como funcionaria de Alberto Fernández y De Pedro, Batakis encabezó la batalla para que la ciudad de Buenos Aires no recupere en la Corte Suprema los fondos de la coparticipación que la Casa Rosada le retrajo en 2020, primero con un decreto de Alberto Fernández, luego con una ley del Congreso.
En sesiones “pedagógicas” ante periodistas, Batakis no solo desplegaba con pasión los argumentos para defender esa quita de fondos, sino también los datos técnicos para dar un paso más: que la administración de Horacio Rodríguez Larreta había tomado fondos federales en exceso y, por eso, tenía una deuda que afrontar con la Nación.
La mujer que entonces le llevaba los números a Scioli no era política, sino una funcionara técnica que transpiraba la interna feroz entre el exgobernador y la expresidenta. Así y todo, dentro de las tribus del sciolismo siempre fue identificada en el plano más cercano al pensamiento kirchnerista. Su incorporación a la tropa de “Wado” de Pedro, años después, confirmaría esa proximidad.
Nacida en Tierra del Fuego, Batakis siempre prefirió el bajo perfil, salvo para profesar su amor por la camiseta azul y amarilla. “Es ferviente seguidora de Boca. Va a la cancha sola o con su hijo.
A su marido no le gusta el fútbol, pero ella se vuelve loca”, dijo un compañero del gabinete sciolista, que en ese entonces la describió como “simpática, optimista y divertida”.
Egresada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, Batakis se diplomó con un máster en Finanzas públicas provinciales y uno en Economía ambiental de la Universidad de York, Inglaterra. Obtuvo diversas becas en el exterior.
Se capacitó en Francia, Inglaterra y Chile. Su referente en Economía era entonces Patricio Narodowski, un economista heterodoxo. Hoy se presenta como doctoranda de la Universidad Austral.
Batakis ascendió en el gabinete sciolista de la mano del exministro Arlía, quien murió en julio de 2016. Cuando Arlía fue titular de Economía en el gabinete de Scioli, ella fue su jefa de asesores y subsecretaria de Hacienda. Y en 2011, al dejar la cartera económica para ir a Infraestructura, Arlía la propuso como su sucesora.
Entonces, Batakis tuvo la oportunidad para la que se había preparado a lo largo de toda su vida académica: acopañó a Scioli entre 2011 y 2015, cuando se enfrentó la posibilidad de un desafío mayor: si Scioli llegaba a la Presidencia, sonaba como candidata para ocupar el ministerio de Economíaa convertirse en su ministra de Economía. Lo logró seis años después, con el motonauta como ministro de la Producción.